martes, 30 de octubre de 2012

El cóndor: un tesoro nacional en peligro de extinción

El ave voladora más grande del planeta, lucha por sobrevivir en las altas cumbres sudamericanas entre las torres de alta tensión, la persecución humana y la destrucción de su hábitat, que lo han colocado al borde de la extinción.
Pocas aves pueden igualar al imponente cóndor, que vive 70 años, si el hombre lo deja, desplegando su belleza por la cordillera de los Andes.
Las poblaciones de cóndor andino han sufrido en las últimas décadas un alarmante descenso a todo lo largo de la cordillera de los Andes. En Colombia y Ecuador sobreviven menos de 100 ejemplares silvestres, Perú y Bolivia vieron reducidas sus poblaciones naturales y, si bien Argentina y Chile sostienen las mejores poblaciones silvestres, ya se han registrado extinciones locales, donde naturalistas de mediados de 1800, como Charles Darwin o Perito Moreno, encontraban poblaciones abundantes de esta especie, en sitios donde hoy ya no existe.
En Mendoza se lo está criando artificialmente; los huevos son colocados en incubadoras, y una vez que nacen se los alimenta hasta que cumplen un año a través de títeres que simulan ser su madre. Al finalizar este proceso son llevados a su ambiente natural para ser liberados, adaptándose a él y aumentando el número de su población.
Pero esto no va a poder ser posible si los humanos siguen destruyendo su hábitat o cazándolas sin límite alguno. Ese era el caso de las montañas de Córdoba, hogar de gran cantidad de ejemplares de cóndores, que a medida que paso el tiempo van quedando menos a tal punto de pasar a estar en peligro crítico de extinción. Para proteger la especie, un grupo de personas decidió crear una reserva natural llamada "La quebrada del condorito", ubicada en el Cordón  de las Sierras Grandes. Esta comprende parte de la Pampa de Achala y quebradas que descienden de ella hacia el este. Se ocupa de que este grupo de animales vivan de acuerdo a su ambiente, pero con el cuidado necesario para evitar su desaparición en mano de los cazadores con ansias de dinero, ya que pretenden venderlas en el mercado negro.   
Los especialistas indican que lo que hacen los conservadores de cóndores es una buena forma de evitar su extinción. Es necesario fomentar su protección ya que son uno de los tesoros nacionales más importantes y, si las cosas siguen como están, podrían desaparecer permanentemente. Es hora de revertir todo el mal hecho anteriormente y ayudar a salvarlos, ya sea contribuyendo con las ONG's y reservas naturales, con dinero o con ayuda voluntaria.

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